Viena es una de las capitales más antiguas de Europa. Su estratégica ubicación a orillas del Danubio, en pleno centro del continente, fue codiciada y conquistada por celtas, germánicos y romanos y posteriormente por magiares y otomanos.
La capital de Austria es cuna de los mejores compositores de música clásica durante el siglo XVIII, es cultura con su casa de la ópera y más de 100 museos para elegir. Es arquitectura, con su imponente catedral, palacios y una cultura de postres y café que ya es legendaria.
Viena es un destino imprescindible en Europa Central, con muchos lugares para ver. Si no cuentas con demasiado tiempo y quieres conocer sus visitas principales, a continuación te contamos qué ver en Viena en 24 horas.
Ringstrasse
La Ringstrasse es una zona de Viena delimitada por el antiguo trazado de la muralla que rodeaba la ciudad desde el siglo XIII. Dentro de la Ringstrasse encontrarás prácticamente las visitas más imprescindibles de Viena. Puedes recorrer esta gran avenida enteramente a bordo de un tranvía.
Este gran bulevar está delimitado hacia el este por lugares como el flamante Ayuntamiento de Viena, el Volksgarten, uno de los principales parques del centro, la plaza Maria Teresa y el barrio de los museos o Museumsquartier. En su parte sur, por la Casa de la Ópera y hacia el norte, el Danubio.
Centro Histórico y Stephansdom
Stephansplatz es el centro geográfico de Viena y se encuentra en el corazón del casco histórico. Aquí domina el panorama la Catedral de San Esteban, también conocida como Stephansdom. La antiquísima catedral, que data del siglo XII, ha pasado por sucesivas reformas que le han dejado toques románicos, góticos y barrocos.
Desde su torre de 137 metros de altitud, se puede ver el centro histórico en todo su esplendor, así como su peculiar tejado de de tejas de distintos colores. A poca distancia de la catedral, en la calle Domgasse Nº 5, se encuentra la casa de Mozart, un personaje histórico muy ligado a la historia de Viena. La Catedral de Viena fue el sitio donde contrajo matrimonio, bautizó a sus hijos y se realizó su funeral.
Parlamento de Viena
Ubicado hacia el suroeste de la Ringstrasse se encuentra uno de sus edificios más notables: el Parlamento de Viena. Construido hacia finales del siglo XIX con una fachada estilo griego clásico, es una obra historicista. Si te ves en apuros de tiempo para visitarlo en su interior, no dejes de ver las con incontables esculturas de su exterior, especialmente la estatua de Pallas Atenea, diosa de la sabiduría en la mitología griega.
MuseumsQuartier
A poco más de 200 metros del Parlamento se halla el barrio de los museos de Viena. El MuseumsQuartier es un complejo de museos y espacios dedicados al arte con una superficie de de 60.000m². Está considerado una de las mayores áreas culturales del mundo.
Aquí encontrarás importantes museos como el Leopold Museum, con colecciones de arte moderno austríaco, el MUMOK, dedicado al arte contemporáneo universal y espacios como el centro de danza Kunsthalle Wien y espacios y talleres donde viven y trabajan artistas.
El Palacio Hofburg
A medio camino entre Stephansplatz y el barrio de los museos, se encuentra el Palacio Imperial de Hofburg. Se trata del palacio más grande del centro de Viena, que fue residencia de los Habsburgo por más de 6 siglos y de los emperadores de Austria. Actualmente, es la residencia del presidente de Austria.
Es uno de los lugares más visitados de la ciudad. Su interior alberga los Apartamentos Imperiales, el Museo de la famosa emperatriz Sissi y la Platería de la Corte.
Mercado de Naschmarkt
Este mercado, el más grande y popular de Viena, se remonta al siglo XVI. En Naschmarkt se consiguen productos de todo tipo, especialidades locales y restaurantes para degustar platos tradicionales como la Kaiserschmarrn (un típico postre austríaco) o un Wiener Schnitzel, el plato vienés más tradicional.
Wiener Prater
Hay muchos sitios de interés en Viena más allá de la Ringstrasse. Uno de ellos es el Wiener Prater, un parque público repleto de actividades, entre ellos el parque de atracciones más antiguo del mundo. Inaugurado en 1895, contiene una noria de 60 metros de altura que es uno de los símbolos de la ciudad.
Palacio de Schönbrunn
Viena es una ciudad de palacios y otra visita que no debe faltar es el Palacio Schönbrunn. La antigua residencia de verano de la familia imperial data del siglo XVII y está ubicado al suroeste en las afueras de Viena.
La visita al palacio y los jardines es más que imprescindible. Podrás ver el esplendor y la opulencia de la vida en el palacio, el derroche de lujos en la decoración de estilo rococó y sus estancias más importantes. Si viajas con niños, quizás puedas disfrutar únicamente de los jardines del palacio y optar por visitar el vecino Zoológico de Schönbrunn, el zoo más antiguo del mundo.
La experiencia del Kafeehäuser
Por último, no puedes marcharte de Viena sin antes haber tenido la experiencia de visitar alguna de las más de mil cafeterías que abundan en la ciudad.
En la segunda mitad del siglo XIX, los cafés de Viena eran importantes lugares de reunión para políticos, escritores, artistas e intelectuales, donde se llevaban a cabo legendarias tertulias donde personajes como Sigmund Freud, Gustav Klimt, Franz Kafka o Marlene Dietrich, eran asiduos.
Dentro de esta atmósfera, los cafés de Viena y los productos allí servidos se convirtieron en emblemas nacionales. Estos son las cafeterías más famosas de Viena:
- Café Landtmann (Dr. Karl Lueger Ring, 4).
- Café Central (Herrengasse, 14).
- Café Hawelka (Dorotheergasse, 6).
- Café Drechsler (Linke Wienzeile 22).
De especial mención es el Café Sacher. Ubicado en el hotel homónimo, este café se hizo muy conocido por ser el sitio donde se creó la tarta Sacher, uno de los pilares gastronómicos de Viena.