El paisaje canario tiene un antes y un después de la gran obra de César Manrique. El artista consiguió encontrar un balance ideal entre arte y naturaleza, creando obras magníficas y dejando un legado sin precedentes en el archipiélago. Pero muchas veces, la propia mano del hombre no consigue superar la de la naturaleza.
Tal es el caso del Charco Azul en El Hierro, un capricho natural esculpido por la lava hace 100 millones de años, que constituye una de las zonas de baño más importantes de El Hierro y un monumento imprescindible de la isla más pequeña de las Canarias.
Una isla de playas…diferentes
No es secreto que más que playas de arena, El Hierro dispone de un compendio impresionante de zonas de baños, charcos y piscinas naturales. Pero sin duda el Charco Azul es la piscina natural más conocida de la isla y a continuación conocerás las razones.
Un capricho de la naturaleza
Este pequeño rincón paradisíaco se formó hace unos 100 millones de años, con la misma creación de la isla, de origen volcánico. De hecho, buena parte del litoral herreño es altamente escarpado y agreste, con dramáticos acantilados, y no todas sus zonas de baño suelen ser mansas o tranquilas.
No es el caso del Charco Azul. Situado entre una impresionante cueva de lava y protegido por un gran muro rocoso, aquí puedes bañarte con toda la tranquilidad del mundo en un agua cristalina de color turquesa mientras sientes la fuerza y el sonido del cercano Atlántico. Una vez lo hayas visitado, estará en tu Top 10 de sitios míticos.
Qué hacer en el Charco Azul
Por si fuera poco, el Charco Azul es de fácil acceso. Situado no muy lejos de El Golfo, una población al norte de la isla, dispone de una carretera de acceso y una escalera adosada al acantilado para llegar a la zona de baño. Además, posee un área de solárium para disfrutar del sol a tiro de piedra de la piscina natural.
La cueva que contiene la mejor piscina del Charco Azul no tiene más de 10 metros de largo por 6 de ancho, aunque también hay otro “charco” de mayores dimensiones a cielo abierto.
Desde ya te advertimos que no hay ningún tipo de servicios, por lo que se trata de una excursión a la que debes acudir con agua, comida y las provisiones que necesites. Puedes encontrar de todo para satisfacer el estómago en la cercana localidad de Los Llanillos. Recordando desde luego, de no dejar ningún rastro de basura a tu paso.
Un accesorio imprescindible son unas gafas de buceo para hacer esnórquel, así como calzado antiresbalante. Desde el parking hasta la zona de baño, hay un trayecto de unos 20 minutos andando. Sin embargo, no tiene precio sentir la magia de la naturaleza ante tus pies.
Si vas con niños, te recomendamos ir a la hora de marea baja para que lo puedan disfrutar más. Por otra parte, a pesar de que no hay más de 11.000 habitantes en El Hierro, se trata de un lugar muy popular que puede llegar a estar concurrido según la época. Para mayor tranquilidad, te animamos a madrugar y disfrutar del sitio con poca gente a primeras horas de la mañana.
Por último, si prefieres sentarte a la mesa, hay varios restaurantes cerca del Charco Azul, como El Guanche, el Volcán del Hierro o el Asador Artero, perfectos para disfrutar de buena gastronomía canaria. Ya verás que una sola vez no te bastará para disfrutar de esta maravilla natural en El Hierro.
Comments:
2 thoughts on “El charco azul: una piscina natural de aguas turquesa”
Te encuentras conduciendo tranquilamente por las carreteras herrenas, tomas una curva cerrada y de repente ?voila! Esta maravilla aparece ante tus ojos. Y piensas: «esto si que no me lo esperaba». Pero ahi esta. Una gigantesca piscina natural completamente cristalina y de un color azul turquesa mas propio de Baleares que de Canarias. En dias despejados el color del agua es una completa locura.
Totalmente de acuerdo, sorprende mucho. ¡Es que es un lugar maravilloso y que merece mucho la pena visitar!