Las Siete Maravillas del Mundo Moderno, siete propósitos de Año Nuevo

Con la llegada del nuevo año llegan las habituales listas de propósitos, retos en los que no suele faltar la frase recurrente ‘Quiero viajar más’. Pero ¿a dónde? Las Siete Maravillas del Mundo Moderno pueden ayudarnos a resolver esta encrucijada.

Estas joyas, elegidas por votación global en 2007, no sólo representan proezas arquitectónicas y artísticas, sino que también cuentan historias de culturas, sueños y ambiciones. ¿Por qué no embarcarse en diferentes recorridos para conocerlas y descubrir qué hace que cada una de ellas sea única? ¡Acompáñanos!

Chichén Itzá: un viaje al corazón de los mayas

En la península de Yucatán, en México, se alza Chichén Itzá, con su imponente Pirámide de Kukulkán. Su diseño está cargado de simbolismo astronómico. Tanto que durante los equinoccios, el sol proyecta una sombra que simula una serpiente bajando por la escalinata.

Los cenotes cercanos, utilizados para rituales, nos recuerdan que este era un lugar sagrado para los mayas. Pasear entre las ruinas bajo el calor tropical y conocer cómo era la vida aquí nos ayuda a conectar con aquella civilización.

El Coliseo: gladiadores y ecos del pasado

La capital italiana, Roma, es un museo al aire libre en el que el Coliseo es una de sus grandes atracciones. Construido en el año 80 d.C., es un testimonio de la ingeniería romana, capaz de acoger espectáculos para más de 50.000 personas. Sus paredes narran historias de un pasado glorioso y de la compleja sociedad del Imperio, en un entorno que ofrece al visitante un sinfín de opciones de ocio.

Petra: la ciudad de piedra y arena

Llegar a Petra, en Jordania, es toda una aventura: hay que atravesar el Siq, un desfiladero estrecho y envolvente, que se abre para disfrutar del Tesoro (Al-Khazneh), una imponente fachada tallada directamente en la roca rosada que cambia de color al caer el sol.

Cada rincón de este lugar es especial, aún más si se explora conociendo la historia de la región. Como cruce de rutas comerciales entre Oriente y Occidente, sus templos, tumbas y anfiteatros cobran un mayor valor y significado.

Machu Picchu: la ciudad escondida de los incas

Perú es un país de paisajes espectaculares, pero nada supera la majestuosidad de Machu Picchu. Llegar a esta maravilla implica esfuerzo, ya sea caminando por el Camino Inca o subiendo en tren desde Cusco. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena. Ver la ciudad ‘perdida’ desde la cima es todo un espectáculo.

Rodeada de montañas cubiertas de nubes, parece flotar en el tiempo. Y pasear entre sus muros de piedra y terrazas agrícolas ayuda a entender cómo vivía esta civilización, en equilibrio con la naturaleza.

Cristo Redentor: el abrazo de Río de Janeiro

Estar bajo los brazos extendidos del Cristo Redentor, que se alza imponente sobre el Corcovado en Río de Janeiro, es toda una experiencia. Desde lo alto, las vistas de la ciudad impresionan: las playas de Copacabana, el Pan de Azúcar, el bullicio urbano… Una ‘Maravilla’ alejada de la historia antigua que se convierte en reflejo de la espiritualidad moderna.

A sus pies se extiende el Parque Nacional de la Tijuca, una de las mayores áreas verdes urbanas del mundo. Y si seguimos descendiendo encontraremos el parque Lage, un oasis de tranquilidad y belleza conectado con el entorno urbano de Río.

La Gran Muralla China: un puente entre tierras y tiempos

Las dimensiones de la Gran Muralla China desafían la imaginación: más de 20.000 kilómetros que atraviesan montañas, valles y desiertos. Ante tal envergadura, es importante elegir la zona a explorar, como la sección de Mutianyu, donde el muro está restaurado manteniendo su autenticidad. Y aunque subir no es fácil, una vez arriba la recompensa merece la pena, teniendo a la vista un horizonte que parece no tener fin.

El Taj Mahal: un poema de amor en mármol

India es un país que despierta todos los sentidos y Agra una de sus ciudades estrella. Además de su histórico fuerte de arenisca roja del siglo XVI, esta localidad es famosa por albergar el Taj Mahal.

Este mausoleo de mármol blanco, construido por el emperador Shah Jahan en memoria de su esposa Mumtaz Mahal, es una declaración de amor eterno. Si te decides por este destino, recuerda llegar temprano para evitar multitudes y poder disfrutar del momento en que el sol naciente ilumina sus paredes, tiñéndolas de tonos dorados.

Más que piedras y monumentos

Recorrer las Siete Maravillas del Mundo Moderno no es solo un viaje físico; es un viaje emocional y cultural. Cada una de ellas representa la habilidad técnica y creativa del ser humano, pero también sus aspiraciones, valores y sueños. Son puntos de encuentro entre culturas y épocas que han trascendido a lo largo del tiempo, recordándonos de dónde venimos e inspirándonos hacia dónde podemos llegar.

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