Nueva York ha superado todas mis expectativas

Publicado el 18 de abril de 2017

Cuando estás en Nueva York te sientes dentro de la película de tu vida. Tenía muchas ganas de conocerlo y sabía que me iba a gustar pero ha superado todas mis expectativas. Cada detalle, cada casa, cada edificio, la gente, los taxis… ¡Todo es increíble! Me quedaría a vivir aquí, todo lo que quieras hacer, lo puedes hacer aquí. Además, al ser una gran ciudad, me esperaba que la gente fuera bastante fría, pero todo lo contrario, la gente es majísima.
Eso sí, tráete unas buenas zapatillas y prepárate para patear la ciudad. Ven con tiempo porque vas a querer verlo todo. Uno de los sitios que más me ha marcado ha sido la Zona 0, donde antes se encontraban las torres gemelas. No es un sitio muy agradable por lo que pasó, pero es una parada obligatoria si viajas a la gran manzana.
En Nueva York tienes mucha variedad gastronómica, puedes comer lo que quieras: chino, tailandés, vietnamita, indio, tapas, hamburguesas, perritos o incluso, jamón ibérico. Eso sí, aquí aunque pidas tamaño pequeño, te lo ponen todo XL.
Las vistas desde mi habitación en el Hotel Riu Plaza New York Times Square eran increíbles. La ventana era una cristalera desde la que podía ver Manhattan. De hecho, cuando me iba a dormir, dejaba las cortinas abiertas para acostarme y levantarme con esas vistas. ¡Era como tener el mundo bajo tus pies!
Una de los lugares que más me ha impactado ha sido Times Square, la cantidad de gente, luces, espectáculos… Cuando llegas allí por primera vez te vuelves loco porque no sabes a dónde mirar. En mi lista de cosas pendientes antes de morir, he apuntado pasar una nochevieja aquí, terminar y empezar el año en este lugar tiene que ser algo mágico. Cuando lo haga, seréis los primeros en saberlo.
Otra parada obligatoria es Central Park, es perfecto para desconectar de la ciudad. Puedes venir con tu picnic y echarte la siesta debajo de un árbol, vamos como el que se sube a la sierra. Allí conocí a Martin, mi chófer particular, que me dio una vuelta en coche de caballo por el parque y  me contó donde vivían todos los famosetes. ¡Más majo!
Cuando llegué a Little Italy tuve la sensación de haber salido de Nueva York y haberme trasladado a un pequeño pueblo de Nápoles. Si venís, tenéis que hacer una parada en La Bella Ferrara, una pastelería que hace los mejores cannoli, un dulce típico de Nápoles relleno de crema. ¡Para chuparse los dedos!
En Chinatown te ocurre lo mismo, parece que has abandonado la gran manzana por completo. Cambias de paisaje, gente, comida y puedes probar frutas que no encuentras en otras partes del mundo. ¡Todo tiene una magia especial!

Marta de Rojo Cangrejo

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