Volvemos con nuestra sección Encuentros polares con Javier Cacho, donde el físico, investigador y divulgador científico entrevista a historiadores, escritores, viajeros y expertos para hablarnos de la historia de la exploración polar y de las actividades viajeras que se pueden realizar en algunas de las regiones más aisladas del planeta.

Algunas personas sienten una atracción especial por las regiones polares. La belleza y grandiosidad de aquellos paisajes les hace desafiar los peligros de una tierra que no perdona la mínima equivocación y donde el hielo y el frío se extiende implacable sobre todos los rincones.

Para muchos de ellos, Groenlandia es el trampolín que los inicia y los catapulta a la Siberia profunda, donde la travesía del lago Baikal en invierno, pese a su carácter inhóspito y peligroso, les atrae de forma irresistible.Luego, se dirigen todavía más al Norte, hasta el lugar más septentrional de Europa: el archipiélago de Svalbard. Allí, la mítica y fantasmal ciudad de Pyramiden y el campo de hielo de Sabine Land se convierten en objetivo para sus siguientes pasos.En este encuentro polar tendremos una charla con José Trejo, un extremeño en el Ártico, como a él le gusta llamarse, que ha seguido estos pasos adentrándose cada vez más en las regiones árticas. La belleza de ese entorno le ha hecho desafiar una y otra vez el frío y los peligros, avanzando cada vez más hacia ese Norte legendario.Con su testimonio iremos recorriendo sus primeros pasos en Groenlandia, sus más de 20.000 kilómetros navegados por mares árticos, su travesía del lago Baikal (Siberia) en invierno con patines de hielo, y nos relatará su última expedición polar en la isla de Spitzbergen (Svalbard).

INVITADO

JOSÉ TREJO

José Trejo (Badajoz, 1970) es un aventurero y navegante, creador del blog Un extremeño en el Ártico. Desde hace una década trabaja como coordinador de logística, patrón y explorador, para viajes y expediciones en Groenlandia. Entre los viajes que ha realizado destaca la travesía, en solitario y en invierno, del lago Baikal (sobre patines de hielo). También ha navegado más de 20.000 kilómetros por mares árticos.