Si te digo Colombia lo primero que te viene a la mente es café, sin embargo, Colombia para nosotros también es la comunidad indígena de los Kogui (una de las culturas más antiguas de América del Sur). Ubicados en la Sierra Nevada de Santa Marta, la tribu de los Kogui ha habitado estas tierras durante miles de años, logrando preservar gran parte de su cultura y tradiciones a lo largo de los siglos.
Esta región es una de las más biodiversas del mundo, con una gran variedad de flora y fauna endémica y es también el hogar de otros grupos indígenas como los Arhuacos, los Kankuamos y los Wiwas. Durante nuestro viaje a Colombia pudimos conocerles un poco mejor accediendo a su comunidad con la única empresa con la que colaboran (son todavía cerrados a que gente de fuera acceda a su aldea) y fue una experiencia que nunca olvidaremos.
¿Quiénes son los Kogui?
Los Kogui son descendientes directos de los Tayronas, una cultura precolombina que habitó la región durante más de 500 años. Los Tayronas fueron famosos por su avanzada tecnología, agricultura y arquitectura, pero también por su estilo de vida pacífico y armonioso con la naturaleza. Los Kogui heredaron gran parte de la sabiduría y conocimientos de sus antepasados, manteniendo vivas muchas de sus tradiciones hasta el día de hoy.
Esta tribu tiene una rica tradición oral en la que historias y leyendas pasan de generación en generación. La leyenda principal de los Kogui es la del origen de la humanidad. Según esta historia, los seres humanos surgieron de la unión de un hombre y una mujer que emergieron de las profundidades de la tierra. Ellos han creado una cultura que se basa en el respeto por la naturaleza y que busca mantener el equilibrio entre los seres humanos y el medio ambiente (creen que su bienestar está estrechamente ligado a la salud del medio ambiente). Unos valores de los que pudimos ser testigos cuando los visitamos.
La tribu de los Kogui y su relación con la naturaleza
La comunidad kogui considera que la naturaleza es sagrada y que ellos son los guardianes de la Sierra Nevada de Santa Marta. Para ellos, cada elemento natural tiene un espíritu, una energía propia que debe ser respetada y cuidada por lo que han desarrollado una forma de vida que busca mantener el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza.
Su modo de vida se basa en la recolección de frutos y plantas silvestres, la caza y la pesca, siempre realizadas de manera respetuosa y sostenible, sin dañar el medio ambiente. Su gran conocimiento medioambiental les permite conocer todas las propiedades curativas de las plantas de su entorno, lo que les permite utilizarlas para tratar enfermedades.
Los Kogui también practican el cultivo de la tierra, aunque de forma muy limitada y siempre en armonía con la naturaleza. Por ejemplo, realizan la técnica de la roza, que consiste en talar y quemar pequeñas áreas de bosque para cultivar en ellas, pero solo por un corto período de tiempo. Después de eso, dejan que la tierra se recupere y vuelva a la vegetación natural.
Su profunda conexión con los espíritus de la naturaleza les ha hecho creer que cada elemento natural tiene su propia energía y su propio espíritu y que estos espíritus deben ser respetados y honrados. Por ello, realizan ceremonias y rituales en los que agradecen a la naturaleza por todo lo que les brinda.
De esto fuimos testigos también porque antes de entrar en el poblado nos hicieron descalzar y sentarnos al lado del árbol sagrado. Allí, tuvimos que limpiar nuestros pensamientos y “purificarnos” de prejuicios o cualquier pensamiento negativo, ellos creen que cualquier tipo de mala vibración se quedará con ellos y les puede traer mala suerte.
Una experiencia que nunca olvidaremos y que agradecemos profundamente haber vivido porque nos ha ayudado a ver la Colombia más auténtica y ancestral.