La paleta de colores en España cambia cada 21 de septiembre y los paisajes naturales se transforman y nos deleitan con matices ocres, amarillos, anaranjados y rojizos. En otoño muchos rincones españoles nos enseñan su mejor cara y nos permiten vivir experiencias únicas y disfrutar de una estación fresca, pero acogedora.
Para superar el síndrome postvacacional -y evadirnos un poco de la situación que estamos atravesando con la pandemia-, hoy te quiero recomendar tres destinos perfectos para disfrutar especialmente en otoño: una zona natural, una ciudad y una ruta por pueblos con encanto, ¡no te los pierdas!
1.- Fragas do Eume, Galicia
¿Hay algo más mágico que un tupido bosque multicolor? Así es “Fragas do Eume”, en la provincia de La Coruña, cuando dejamos atrás el verano. Un microcosmos de verdes, azules, amarillos, naranjas y rojizos… ¡un festival de colores que puedes recorrer a pie o en bici este otoño!
Este ecosistema mixto gallego conforma uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa y concentra, en sus 9.000 hectáreas, una gran variedad de árboles que van desde los robles, chopos, fresnos y alisos hasta abedules, castaños y tejos. Todos ellos conviven con líquenes, musgo y helechos de la época terciaria.
El interesante mosaico natural y cromático se completa con el paso del río Eume, cascadas y fuentes que con su murmuro constante convierten a este bosque en un espectáculo para los sentidos.
Uno de los “secretos” de este Parque Natural casi virgen se encuentra en un claro del bosque: el monasterio de Caaveiro, un antiguo cenobio que cuenta con más de diez siglos de historia. Desde lo alto del monasterio obtendrás unas vistas panorámicas maravillosas de todo el entorno, un enclave ideal, además, para capturar con la cámara de fotos los colores del otoño.
Sin lugar a dudas, se trata de un paisaje evocador en cualquier época del año, pero especialmente encantador durante el otoño, cuando las copas de los árboles se tornan amarillas, naranjas y ocres, y muchas hojas alfombran los senderos que recorren las Fragas do Eume. Además, en otoño podrás ver más de 150 especies de setas y hongos, un manjar gastronómico para catar en los primeros meses frescos del año.
2.- La Alpujarra, Granada
Un plan ideal para hacer en otoño es recorrer los pueblitos de la Alpujarra Granadina. Una ruta de montaña que nos lleva por la historia y geografía de una de las zonas más espectaculares de la provincia.
Desde Lanjarón, la ruta ascendente y curvilínea nos adentra en pueblos como Pampaneira, Bubión o Capileira, todos con su arquitectura original y donde en esta época del año todo huele a leña, castañas y anís.
Estas villas, adaptadas al terreno montañoso, se transforman en miradores desde donde podemos admirar postales teñidas de ocres que contrastan con las cumbres nevadas. Las encinas, castaños o robles transforman el Valle de Poqueira en una policromía de dorados que iluminan el horizonte y son todo un espectáculo para los sentidos.
Aprovechando que en otoño es cuando se celebra “Halloween”, uno de los destinos perfectos para visitar en la Alpujarra es Soportújar, conocido como el “pueblo de las brujas”. El pueblo se engalana para la ocasión y se realizan diferentes actividades lúdicas ambientadas en este festival de origen celta. ¡Una visita llena de encanto y embrujo!
3.- Logroño y los viñedos, La Rioja
Cuando llega el otoño a España ¡llega la vendimia a La Rioja! En esta época del año el sol suele brillar en el cielo riojano, el clima es bastante agradable y los paisajes se vuelven rojizos y anaranjados.
Es el momento perfecto para dar un paseo por el centro histórico de Logroño y luego visitar alguna bodega o recorrer los viñedos aledaños.Un paseo por la capital de La Rioja este otoño te permitirá conocer la Concatedral de Santa María la Redonda que data del s. XVI, descubrir sus dos ayuntamientos, visitar la iglesia de Santiago -parada obligada para los peregrinos-, caminar por la plaza de la Oca o cruzar los puentes de hierro y el de piedra, este último símbolo de la ciudad.
Ninguna visita a Logroño estaría completa sin pasar por la emblemática calle Laurel, repleta de bares donde catar los famosos pinchos acompañados por un buen vino Rioja, como no podía ser de otra manera.
Y, ya que estamos por la zona, sería una pena irse de La Rioja sin visitar los viñedos y bodegas de la región que en esta época están en plena producción. No muy lejos de Logroño hay varias bodegas que te permiten conocer el proceso de producción de vino y ¡asistir a una cata!
Como habrás visto, el otoño es una época mágica para los paisajes de España. Desde ciudades con encanto, rutas de montaña o bosques frondosos, todos te esperan para que aproveches una de las estaciones más versátiles del año.