5 planes para Baleares en primavera

Publicado el 28 de enero de 2019

La primavera es una temporada del año ideal para viajar a las Islas Baleares: con sus temperaturas suaves y su tiempo soleado se abren infinitas posibilidades de ocio que van mucho más allá de un simple día de playa. Aquí os dejamos cinco de las mejores opciones para disfrutar en esta época:

LA RUTA DE LAS CUEVAS

La isla de Mallorca guarda un buen número de tesoros bajo su suelo, cuevas con formaciones geológicas que se han modelado a lo largo de millones de años y que están abiertas al público. De hecho, a partir de marzo y hasta noviembre tienen horario ampliado. Las más conocidas son las del Drach, localizadas en el municipio de Manacor, y en las que suelen organizarse conciertos de música clásica. Están formadas por cuatro cuevas que se conectan entre sí y cuentan con un gran lago subterráneo, el Llac Martel, de 115 metros de longitud, que se puede atravesar en barca.

A pocos kilómetros de allí están las del Hams, en Porto Cristo, en las que se puede visitar un inusual jardín botánico mientras se degustan productos típicos de la región. Entre las cuevas que la conforman destaca la Cueva Clásica, compuesta por doce galerías, donde se encuentra el lago subterráneo Mar de Venecia, en el que se ofrece un espectáculo musical. Y un poco más hacia la costa, las Cuevas de Artá, en Capdepera.

Muy cerca de ellas, también en Porto Cristo, están las Coves Blanques, más pequeñas y que dieron cobijo a los pescadores de la zona. Y de una dimensión parecida son las Cuevas de Génova, al oeste de la isla, a pocos kilómetros de la capital. O las de Campanet, en el interior de la isla.

DESCUBRIR LA CABRERA

A pocos kilómetros de la isla de Mallorca está Cabrera, un islote que ha sido declarado Parque Nacional Marítimo y Terrestre. Se puede llegar a ella en barco desde el puerto de la Colònia de Sant Jordi, cerca de Las Salinas. Hay compañías que organizan excursiones de un día completo con un recorrido entre islotes y actividades diversas. Existe la posibilidad de pernoctar en un pequeño albergue allí instalado si se quiere ahondar más en la fauna y flora de la zona. O de llegar y descansar en tu propio barco, siempre y cuando se posean los permisos necesarios.

Merece la pena visitar el Centro de Visitantes en el que está el albergue, por su arquitectura y por las actividades que en él se plantean, y pasear hasta el castillo de planta hexagonal que se eleva en las alturas del islote. Éste, que ha servido como punto de vigilancia desde la Edad Media, domina la entrada del puerto de La Cabrera y desde él se atisban las mejores vistas del lugar. No obstante, si el tiempo acompaña, una de las actividades más recomendables es la de darse un baño y bucear en las aguas transparentes de la Cueva Azul, a la que solo se puede acceder a través del mar.

NUEVAS EXPERIENCIAS EN AGUAS MENORQUINAS

Si lo que te apetece es una jornada más acuática, ¿por qué no recorrer la costa de Menorca en un kayak? No hace falta ser un experto en la materia, empresas como Menorca en Kayak organizan excursiones guiadas por la costa Norte y la costa Sur, o desde la bahía protegida de Es Grau hasta la Isla de Colom, las playas vírgenes de Sa Torreta y el litoral del Parque Natural de S’Albufera.

Una de las rutas más interesantes, aptas para niños a partir de 12 años, es la de las cuevas, que arranca desde el embarcadero de Cala en Porter y que pasa por una espectacular zona de acantilados y aguas cristalinas. El recorrido invita a entrar en varias cuevas hasta el Rincón de l’Escala, un acantilado con una zona de plataformas rocosas que permiten desembarcar, tomarse un respiro y hasta sumergirse en el mar con el equipo de snorkel.

También hay opciones para llevar a niños más pequeños en kayak insumergibles, como las excursiones para ver una preciosa puesta del sol desde las aguas del Mediterráneo. Esta ruta pasa por la zona de Sa Torreta, por la cueva Des Colomar y las playas vírgenes de Tamarells, y ofrece la posibilidad de darse un baño en las playas de la Isla de Colom.

RECORRE FORMENTERA EN UN MEHARI

Desde hace años, el Mehari ha sido el vehículo más icónico de Formentera, un 4×4 descapotable de la marca Citroën que dejó de fabricarse en 1987 pero que sigue recorriendo sus caminos. Tal es su imagen que el Gobierno de la isla ha impulsado una iniciativa para potenciar el uso en Formentera del E-Mehari, de motor eléctrico y cero emisiones. Éste alcanza una velocidad máxima de 110 Km/h y tiene una autonomía de hasta 200 kilómetros.

Desde el puerto de Formentera hasta el Faro de la Mola, del extremo oeste al extremo este de la isla, hay sólo 20 kilómetros, aunque es recomendable desviarse para visitar las Playas de Levante y de Illetas. O las piscinas naturales de Can Marroig, en la costa noroeste, desde donde pueden divisarse la torre de La Gavina, del siglo XVI, el islote de Es Vedrá, la isla de Ibiza y, muy posiblemente, la mejor puesta de sol de Formentera.

En cualquier caso, hay zonas en las que es mejor cambiar las cuatro ruedas por dos: hay una extensa red de caminos rurales habilitados que harán las delicias de los amantes del cicloturismo. Una de las rutas con mayor tráfico ciclista es la que va de Sant Ferran de ses Roques, en el centro de la isla, a Sa Mola, con 26 kilómetros entre ida y vuelta.

GASTRONOMÍA Y BUEN VINO EN IBIZA

Los amantes del enoturismo tienen un buen plan visitando las bodegas ibicencas. Como Can Rich, en San Antoni de Portmany, la de mayor extensión de la isla, unas 20 hectáreas. Todo su cultivo está dedicado al vino y al aceite de oliva, y sus productos se generan con procesos 100% ecológicos que respetan el ecosistema local.

A poca distancia, en la localidad de San Mateu, nos encontramos Can Maymó, una de las bodegas más antiguas y más prestigiosas de Ibiza, con 17.000 cepas. Y muy cerca de ésta también se puede visitar Sa Cova, en Sant Mateo d’Albarca, otra de las productoras de vino más emblemáticas de la isla.

La segunda más grande por extensión es Ibizkus Wines (antes conocida como Totem Wines), cuyas uvas se cultivan exclusivamente en la isla. Localizada entre San Rafael de Sa Creu y Santa Gertrudis de Fruitera, en el centro de Ibiza, producen vinos tintos, blancos y, sobre todo, rosados. Y de menores dimensiones, pero no por ello menos importante, nos encontramos con la Hacienda Agrícola César, en la costa este, que se dedica principalmente a la exportación. La mayoría de estas bodegas opta por variedades de uva como la Monastrell y la Malvasía, aunque también puede encontrarse la Chardonnay o la Cabernet.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *