Publicado el 1 de febrero de 2017

En nuestro último día en República Dominicana, Corina tuvo que ir a comprarse una maleta porque la suya terminó «descuartizada» en el último vuelo.

Había oído hablar del tráfico en ciudades como Nueva York o El Cairo, en las que casi forma parte de la instantánea del turista, pero lo que no podía imaginarme es que en Santo Domingo ocurriese exactamente lo mismo. ¿Recordáis aquello de «ver para creer»? Pues eso.

Corina y la productora tuvieron que lidiar con más de una hora de tráfico para dar con la tienda que les aconsejó nuestro conductor, Dubal. Un camino que tardaron en recorrer tan solo seis minutos de vuelta al hotel.

Cuando llegaron, necesitaban tener un poquito de «relax» y Corina decidió darse un baño en la piscina. Después de disfrutar del sol y unos cuantos chapuzones, tuvimos que volver al trabajo. Esa tarde nos tocaba hacer las entrevistas para las redes sociales.

Camino a dar con un par de hamacas y un buen escenario como telón de fondo, la actriz tuvo una «genial» idea. Ella es así, espontánea y divertida a rabiar. Y, ¿qué se le ocurrió al ver un seto perfectamente delineado? Saltar sobre él. ¡Qué preguntas! Menos mal que me pidió que le grabase un Boomerang y, por cuenta propia, decidí capturar también el arte que tuvo para levantarse (con mi ayuda).

Aún recuerdo lo que me dijo: «lo he visto tan mullidito que pensaba que caería sobre blandito«. Sí, sí, ¡las ramas de los setos suelen ser puro terciopelo! Pero, aunque se arañase todo el cuerpo, no creáis que corrió hacia el botiquín. Nuestra Wonder Woman siguió como si nada, se lavó las heridas en la ducha y me pidió que empezáramos con la entrevista.

Lo sé, podría haberle parado, pero contestadme a esto: ¿lo hubierais hecho vosotros? Sabemos que no, es más, ¿no habríais querido grabar una segunda toma? Aquí tenéis la prueba de que a esta mujer no hay nada que le pare los pies.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *