Formentera: la joya del Mediterráneo

Son muchísimas las islas que emergen de las aguas del Mediterráneo, pero pocas poseen un encanto tan sorprendente como el de Formentera. La más pequeña de las Baleares tiene unas características muy peculiares que la convierten en un destino perfecto si estás en la búsqueda de tranquilidad, deportes marinos y playas paradisíacas que te harán pensar que has llegado al Caribe. Bienvenidos a la joya del Mediterráneo.

La isla de la luz

Si eres amante de tumbarte al sol, Formentera ofrece más de 300 días de sol al año, así como una temperatura media anual de 18,6 grados. Playas de arena blanca, espacios naturales para aburrir y aguas cristalinas de color turquesa completan una serie de características que la convierten en un sitio único en el Mediterráneo.

Desde sus playas de gran extensión y muy concurridas a pequeñas calas escondidas donde no hay ni un alma, unido a una arquitectura donde predomina el blanco y sus tradicionales faros, hacen de este sitio un pequeño rincón donde puedes olvidarte del mundo y sentir que estás muy lejos de casa (cuando en realidad estás a la vuelta de la esquina).

Formentera no dispone de aeropuerto, un aspecto que le otorga un aire de exclusividad en comparación al resto de las Baleares. Aún así, existen muchas alternativas y una gran frecuencia para llegar en barco y ferry a Formentera.

5 playas para descubrir Formentera

Siendo francos, Formentera es un destino de playa y prácticamente todas las actividades están relacionadas con sus costas. Aunque sea una isla pequeña (83 Km²), una sola playa no basta para disfrutar de este paraíso. A continuación, te dejamos el Top 5 imprescindible de playas de Formentera.

S’Espalmador

Más que una playa, es una pequeñísima isla al norte de Formentera, a escasos kilómetros de Ibiza. A la vez, apenas 150 metros la separan del extremo de Ses Illetes y es posible llegar nadando e incluso andando, cuando la marea está baja (aún así te recomendamos que lo hagas en barco).

Su costa acantilada, así como sus playas de agua transparente y blanquísimas arenas (como la de S’Algar, la más conocida), son sus principales reclamos. Al tratarse de un Parque Natural, aquí no encontrarás chiringuitos o restaurantes.

Playa de Ses Illetes

Probablemente sea una de las postales más conocidas de Formentera, ya que se trata de una de sus playas más visitadas. Esta estrecha lengua de arena blanca situada en la península de Es Trucadors, ofrece dos tramos de costas opuestas a escasos metros, actividades acuáticas y un paisaje dunar protegido, desde donde se puede observar la vecina Ibiza.

Playa de Llevant

A escasos metros en dirección sur se encuentra esta espectacular playa de 1,5 kilómetros de largo. Situada dentro del Parque Natural de Ses Illetes, es una de las más naturales y salvajes de Formentera, por sus condiciones de viento y oleaje. Aún así es una playa bastante tranquila, con zona nudista, hamacas y restaurante.

Cala Saona

Este pequeña cala, situada en la costa oriental de Formentera, es una de sus visitas más imprescindibles. Encajada entre acantilados, su estrecha franja de arena de 140 metros la hace una de las más codiciadas y concurridas. Aquí es recomendable quedarte hasta el ocaso, ya que por su posición geográfica, ofrece uno de los mejores atardeceres de la isla.

Es Caló

Es Caló es una zona turística, donde se encuentran varias playas que comparten protagonismo con los varaderos artesanales de los pescadores de la zona. Playitas como Caló d’es Mort y Ses Platgetes son un reducto de naturaleza virgen, perfecto para relajarte, tumbarte al sol y practicar esnórquel.

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Mirador de la Mola

A pesar de ser una isla bastante plana, el Mirador de la Mola es un promontorio donde se encuentra el punto más alto de la isla, a 192 metros sobre el nivel del mar. Situado en el extremo occidental, ofrece vistas impresionantes del Mediterráneo y de toda Formentera. El Faro de la Mola es uno de sus principales reclamos, así como su paisaje rural. Es uno de los mejores lugares de la isla para ver el amanecer o la puesta de sol.

Mercadillos artesanales

Al igual que Ibiza, Formentera aún tiene reminiscencias de su pasado hippie, que llegó a su apogeo en la década de 1960. Puedes absorber su lado más bohemio y encontrar todo tipo de productos artesanales y curiosos en los mercadillos. Algunos como el Mercadillo de la Mola o el Hippy Market de San Ferrán de Formentera, son algunos de los más emblemáticos.

Formentera en bicicleta

Con distancias manejables y una geografía bastante plana (aunque encontrarás una que otra cuesta), Formentera es perfecta para moverte en bicicleta. No sólo es una buena manera de seguir en forma durante las vacaciones, es ecológico y te permitirá conectar con la isla a golpe de pedal. No en vano está considerada uno de los mejores destinos del mundo para recorrer en bici.

Puedes llevar tu propia bici en ferry o bien alquilar una bici por horas o días. Además, algunas de las playas que son Parque Nacional (como la Plata del Levante), cobran una tarifa por entrar en coche, mientras que las bicicletas pasan gratis.

Hagas lo que hagas en Formentera, no te vayas de la isla sin antes fotografiarte en la legendaria carretera que lleva al Cap de Barbaria y su famoso faro, inmortalizado por Paz Vega en la película “Lucía y el sexo”.

Piérdete por sus pueblos

Viaja en el tiempo y piérdete entre sus pequeños pueblos de casas blancas. Sitios como El Pilar de la Mola, Sant Ferran o Sant Francesc, son perfectos para este fin y para pasar la tarde luego de un día de playa.

Aquí no verás grandes centros comerciales, ni grandes monumentos, ya que el verdadero protagonista es el Mediterráneo y su esencia más pura y tradicional. ¿Te vienes?