Guatemala, la joya maya de Centroamérica

Antiguas ciudades coloniales, ruinas mayas ocultas en mitad de la jungla, parajes naturales casi vírgenes…la lista de atractivos de Guatemala es interminable y el país, una de las joyas de Centroamérica, aguarda al viajero con multitud de sorpresas para hacer de este, un viaje memorable.

Antigua – Chichicastenango

Para aquellos que lleguen al país en avión, todo viaje a Guatemala empieza con una huida desde la capital y sede del aeropuerto hasta La Antigua, el lugar ideal para dar los primeros pasos en el país.

La Antigua Guatemala es una de las ciudades coloniales mejor conservadas del continente y sus calles adoquinadas y sus coquetas y coloridas casas de colores viven a la merced del Volcán Agua, cuya imagen desde el imponente Cerro de la Cruz es de las que le quitan a uno el aliento.

Desde allí, el viaje continúa hacia Chichicastenango (o ‘chichi‘, como la conocen los locales), cuyas calles se convierten en un hervidero cada jueves y domingo, días en los que se celebra el mayor mercado de América Central. El ir y venir de gente, los colores intensos y los olores se apoderan de las calles de esta pequeña ciudad en un mercado callejero que se ha convertido en un atractivo turístico de primer orden en Guatemala.

Tikal- Quiriguá – Copán – Livingston

Pero si vas en busca de los atractivos más valiosos de Guatemala, es ahí donde aparece el legado maya en el país. Empezando por la descomunal ciudad maya de Tikal, una de las más grandes y fascinantes del mundo maya, con el Templo del Gran Jaguar como gran estrella de la visita.

Tikal a parte, las ruinas de Yaxhá pasan sorprendentemente desapercibidas pese a su salvaje belleza y al sur, el bonito complejo de Quiriguá guarda las estelas mayas más grandes que se conocen, con especial a tención a la Estela E y sus más de 10 metros de altura.

Cerca de las anteriores, en el lado hondureño y a escasos quilómetros de la frontera, si se tiene interés por el legado maya, las ruinas de Copán fueron unas de las más importantes de esta civilización, aunque si uno busca vivir una aventura sin igual, entonces debe dirigirse al norte y preguntar por ‘El Mirador’, cuyas recientes excavaciones han descubierto el inmenso tamaño de esta antigua ciudad maya, a la que se llega tras varios días de caminata por la jungla. 

Dejando a un lado la historia maya del país, Guatemala también es sinónimo de Caribe, cuyas aguas bañan a la ciudad garífuna de Livingston, donde el ritmo frena en seco a ritmo de sol y reggae. Aquí puedes darte un relajante baño en las cascadas de los Siete Altares, enclavadas en un bonito paraje natural al que se puede llegar caminando desde la propia Livingston.

 

Cobán – Semuc Champey

La penúltima parada de este viaje llega a Cobán, una pequeña ciudad en la que los cultivos de café y cardamomo han dado pie a bonitas historias como la del restaurante local Kardamomuss, donde su menú en el que fusionan todo tipo de productos locales con el cardamomo, es un orgullo local.

Desde aquí es fácil llegar a Semuc Champey, para muchos el lugar más bonito de Guatemala. Estas pozas de agua cristalina son tan bonitas como remotas y es por eso que, pocos viajeros llegan hasta aquí, pues son varias horas de camino por carreteras horribles. Eso sí, el baño en las pozas de Semuc Champey compensa todo esfuerzo realizado.

Atilán

La última parada nos lleva hasta el Lago Atitlán, para muchos, el lago más bonito del mundo. Y claro, no es de extrañar. Varios volcanes rodean el lago Atitlán y los bonitos pueblos como Panajachel, San Pedro La Laguna o San Marcos La Laguna son perfectos para pasar una tranquila jornada paseando por sus empinadas calles antes de emprender la subida al Volcán San Pedro, que te dejará tan exhausto como abrumado por sus imponentes vistas.

Y acabar con la imagen desde lo alto del Volcán San Pedro será, sin duda el colofón perfecto antes de volver casa.