Son muchos los festivales que se celebran en Europa cada año en torno a la cerveza, pero ninguno es tan conocido y venerado como la Oktoberfest de Múnich, la madre de todos los festivales de cerveza y el más famoso del mundo. Si estás pensando en viajar a Alemania en otoño, que no te quepa duda que Múnich es el mejor destino para hacerlo.
Un festival legendario
Corría el mes de octubre del año 1810, cuando en Múnich se llevó a cabo una carrera de caballos con una fiesta multitudinaria para celebrar el enlace nupcial del príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen. El éxito de la fiesta tuvo tal magnitud que se convirtió en una cita anual.
La Oktoberfest se viene celebrando de manera consecutiva desde entonces, en el campo de “Theresienwiese” (prado de Teresa), un espacio abierto junto a las murallas llamado así en honor a la princesa. Únicamente se dejó de celebrar en los años de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Con el tiempo, la cita se adelantó para el mes de septiembre para sacar partido de un clima un poco más cálido. Este año, la Oktoberfest comienza el 21 de septiembre y finaliza el 6 de octubre.
La cerveza, una popularidad en alza
Es complicado trazar el momento exacto en que se comenzó a producir la cerveza, pero su producción comenzó en la Alemania del siglo XI. Casi mil años después, la cerveza ocupa un lugar predominante en el mundo, con infinidad de variantes y tipos y millones de entusiastas en el mundo.
Actualmente, son muchos los festivales que se realizan alrededor del mundo, especialmente en muchas capitales europeas, pero no existe ninguna otra cita anual tan importante como la Oktoberfest de Múnich, que consigue atraer anualmente a más de 6 millones de visitantes.
El pistoletazo de salida
Si bien las tradiciones de la Oktoberfest han ido cambiando con los tiempos, el pistoletazo de salida que marca el comienzo oficial de la fiesta tiene lugar con la llegada de los Wirte, los propietarios de las cervecerías, una tradición que se remonta a 1887.
El acto de inauguración, presidido por el alcalde de la ciudad y de un personaje que representa al Münchner Kindl (la figura que aparece en el escudo de Múnich), comienza con un desfile de carruajes tirados por caballos, cargados -naturalmente- de barriles de cerveza. Lo acompañan las bandas que posteriormente amenizarán musicalmente las tiendas.
A las 12 en punto, el alcalde procede a la apertura del primer barril en la carpa Schottenhammel, la señal inequívoca para que se comience a servir la cerveza.
Qué hay en la Oktoberfest
Las tiendas de cerveza son el espacio principal de la Oktoberfest. En total, existen 17 tiendas grandes y 21 pequeñas, con opciones, ambientes y temas para todos los gustos. Cada tienda ofrece distintos productos e incluso algunas ofrecen vino y hasta Prosecco. Tal es el caso de la Kufflers Weinzelt, donde la fiesta se extiende hasta la 1.00 am.
Por ejemplo, la tienda Löwenbräu-Festzelt, presente en el festival desde 1910, sirve naturalmente cerveza Löwenbräu y tiene una capacidad para unas 8.500 personas. Desde luego, no todo es cerveza en la Oktoberfest. La comida tiene especial protagonismo: desde las tradicionales salchichas,al cerdo, ternera, pollo, patatas, chucrut y hasta opciones vegetarianas y veganas
Las tiendas pequeñas también tienen su encanto particular. Si prefieres espacios pequeños, tiendas como la de Feisingers Kas- und Weinstubn (con capacidad para unas 100 personas), brinda una experiencia más personal, con un ambiente familiar y rústico, además de un íntimo “biergarten” (jardín de la cerveza).
De lunes a viernes, las tiendas comienzan a servir cerveza a partir de las 10.00 am. Sábados y domingos, la apertura comienza a las 9.00 am.
¿Es necesario reservar?
Independientemente de la tienda (o tiendas) a las que quieras acudir, recuerda que para no quedarte sin lugar es mejor reservar. Las plazas se agotan rápido y según la disponibilidad, puedes elegir una franja horaria que sea sólo para comida o bien para permanecer más tiempo en el recinto.
La entrada a las tiendas es completamente gratuita y se reserva un espacio aproximado de una cuarta parte del recinto como área no reservable. Si viajas en grupos grandes y visitas de noche, te recomendamos reservar, ya que el acceso puede no estar garantizado por falta de espacio. Puedes reservar por internet o en cada tienda personalmente.
El parque de atracciones
No todo es comer y beber en la Oktoberfest. Una parte inseparable del festival es la “Oide Wiesn”, un área de 3,5 hectáreas en la parte sur del Theresienwiese, que acoge un gran parque de atracciones, con juegos y paseos para toda la familia.
La gran noria, es su atracción principal y es símbolo de la Oktoberfest. Tiene una capacidad para 400 personas a la vez y ofrece las mejores vistas del todo el prado de Teresa y de grandes monumentos de Múnich como el centro histórico y la Iglesia de San Pablo.
La entrada vale 3 euros por persona y es gratis después de las 9.00 pm. Cada paseo tiene un precio individual de 1 euro y hay disponibles todo tipo de paseos y juegos de corte tradicional alemán con aire “vintage” como el carrusel, coches de choque, juegos mecánicos y mucho más.
Qué tipo de cerveza encontrarás en la Oktoberfest
Dice la tradición que en la Oktoberfest únicamente se puede servir cerveza producida en localmente en Múnich. Seis destilerías oficiales son las encargadas de llenar las jarras de cerveza en el célebre festival bávaro, lo que garantiza la calidad de la cerveza que vas a encontrar en la Oktoberfest. Estas son:
- Augustiner. Se trata de la cervecería más antigua de Múnich (fundada en 1328).
- Hacker-Pschorr. Es la cerveza con menor graduación alcohólica en el festival (un 5,8%).
- Hofbräu. Con 6,3% de graduación, es la más fuerte de la Oktoberfest. Servida en las tiendas de Hofbräu y la tienda Zur Schönheitskönigin.
- Löwenbräu. Es la segunda más antigua de las cervecerías locales, remontándose al siglo XIV.
- Paulaner. Por otro lado, Paulaner es la casa más joven de las cervezas de la Oktoberfest (servida por primera vez en 1634).
- Spaten. Esta cervecería fue la primera en lanzar al mercado la famosa «Münchner Hell» (Munich Pale).
Mucho más que ver en Múnich
Desde luego, no puedes irte de la ciudad bávara sin hacer un poco de turismo y conocer algunos de sus monumentos y espacios más interesantes. Plazas de visita obligada como Marienplatz y Odeonsplatz, museos como el Deutsches Museum y el Museo BMW, parques como el Jardín Inglés y el Olympiapark (construido para las Olimpíadas de 1972), Múnich lo tiene todo para una escapada inolvidable.
No pierdas la oportunidad de conocer el Castillo de Neuschwanstein, la fortaleza alemana más famosa o la Residencia de Múnich, antiguo palacio de los monarcas bávaros, que es el palacio urbano más grande de Alemania.
Comienza el otoño de una manera diferente, visitando la fascinante ciudad de Múnich y su festival más famoso, una cita imprescindible a la que puedes acudir en familia, en amigos o en pareja.