Publicado el 17 de julio de 2020

Italia es un país con demasiado encanto. Pero, es posible recorrer las ciudades de manera rápida, gracias a la organización de cada uno.

Milán puede considerarse una de las capitales de la moda, pero también lugar del buen comer y de gente maravillosa. Aquí va una guía para ver Milán en tres días:

 

Día 1:

Milán en tres díasNosotros llegamos al Aeropuerto Milan Malpensa. Desde allí cogimos el tren que te deja a la Estación Milano Centrale, vale la pena pasarse por allí porque es un edificio precioso. Después fuimos al hotel para hacer el check in y ya coger la linea 1, dirección Duomo.

Así pues, la ruta empieza en la plaza Duomo. Desde aquí cogemos vía Mercanti y vía Dante. Es un buen lugar para comer. Nosotros paramos a comer la mejor pasta con berenjena de nuestra vida en uno de los restaurante de vía Dante.

Después de comer, seguimos hasta llegar al Castillo Sforzeco. Es un lugar con muchísimo atractivo turístico, que vale la pena recorrer sus exteriores, pero si no tienes tiempo, no te detengas a entrar.

Milán en tres díasSiguiendo el camino del castillo llegamos hasta el Parque Sempione, aquí sí que vale la pena pasearse, hay muchísima gente haciendo vida en este sitio. Siéntate y disfruta como uno más. Desde el parque podemos disfrutar del Arco delle Pace.

Una vez hemos descansado como buenos locales, volvemos por el mismo camino y al llegar a la plaza del Duomo aprovechamos para entrar a la Galería Vittorio Emanuele II, un lugar con mucho glamour en el que disfrutar de todos los pedacitos que ofrece (tiendas, cafés).

Saliendo por el lado contrario nos hallaremos en la Plaza de la Scala, donde se encuentra el Teatro alla Scala.

Para terminar el día, no te decepcionará cenar del mejor trozo pizza de todo Milán en Spontini (Via Dogana, 3)

 

Día 2:

La segunda jornada en Milán empezaremos cogiendo la linea 1 hasta la estación de Cardona para visitar la iglesia de Santa Maria delle Grazie. Aquí se encuentra la ultima cena de Leonardo da Vinci. Si queréis entrar, hay que llevar las entradas compradas desde casa, es imposible encontrar acceso ya que es un sitio muy solicitado.

A cinco minutos está la Basílica de San Ambrosio, es una de las más bonitas de la ciudad, con muchísima historia, además, cuando nosotros la visitamos había muy pocos turistas.

Aquí cogeremos la linea 2 de metro en la estación S.Ambrogio hasta Lanaza, para llegar al famoso Barrio de Brera y su Pinacoteca. Vale la pena tomarse cada uno su tiempo para disfrutar de este fantástico barrio. Lo que no hay que hacer es irse de este barrio sin antes tomarse el mejor, y más barato, expreso de la ciudad en el Bar Brera.

Volvemos a coger el metro y nos dirigimos hacia Naviglio Grande, un lugar perfecto para comer, momento ideal para probar la cotoletta a la milanesa. Es una zona muy turística, pero es imprescindible visitarlo. Un consejo es que en el restaurante donde comas, no pruebes ningún postre, ya que no se puede ir uno de Milán sin haber comido un gelato de la Cioccolati Italiani.

Milán en tres díasSiguiendo con nuestra ruta, caminando ponemos rumbo hacia Piazza Mercanti. Para volver al Duomo y subir a su terraza. La entrada es cara, pero la vista es genial y es impresionante poder admirar la arquitectura de la

Cabe recalcar que hay dos entradas, subir por la escalera o hacerlo a través de un ascensor, nosotros optamos por la segunda opción, ya que es más rápido porque hay menos cola.

Y, antes de terminar el día, puedes ir hasta la Basílica San Lorenzo Maggiore y admirar la Colonne di San Lorenzo. Es un buen sitio para encontrar un restaurante para cenar.

 

Día 3:

Milan en tres díasLínea 1 dirección Duomo, para acceder a la catedral. Antes de entrar hay que tener en cuenta que las mujeres deben llevar las rodillas y los hombros tapados.

Así pues, antes de irnos, hay que pasarse por la Fundación Prada (Largo Isarco, 2), y tomarse algo en el Bar Luce (muy recomendable las tostadas dulces de Nutella con frutas).

Milan en tres díasAprovecha el último día para probar arancini u otra receta italiana. Y disfruta cada centímetro de esta ciudad porque es pura magia, llena de cultura y buena comida pero, sobre todo, como decía al principio, es una ciudad llena de buena gente.

 

 

 

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