Tenía muchas ganas de conocer Nueva York, y la verdad que me ha sorprendido más de lo que esperaba. Todo está lleno de luces, tal y como lo ves en la televisión o en películas, parece que ya conoces la ciudad. Cada rincón es el escenario de una película de Hollywood, así que estás todo el rato alucinando con las luces, los carteles, los focos, la gente, el tráfico… ¡Te sientes dentro de tu propia película!
Todo fue maravilloso en Nueva York, solo tuve un pequeño percance con el tiempo porque me llevé poca ropa de abrigo y pasé frío. Es importante mirar el tiempo antes de viajar, que si no os pasa como a mí. Nunca viene mal echar una chaqueta de más en la maleta, más vale prevenir que curar… También ser precavidos y venir con el dinero en dólares porque luego no puedes cambiarlo en todos los sitios, y yo me tiré la semana entera sin un duro.
La comida es muy variada y tienes de todos los tipos, pero para mi gusto, demasiada carne y fritura. Y todo en grandes cantidades, así que hambre no vais a pasar.
Santiaguiño (bueno, Santiago) fue nuestro conductor durante nuestra estancia en Nueva York, nos llevó a hacer todos los tours por los sitios más emblemáticos de la ciudad. Fue muy simpático y amable con nosotras, y nos trató como reinas.
Cuando fuimos a Little Italy, comimos en la primera pizzería italiana que abrieron en Nueva York. Las pizzas estaban buenísimas, y además, ¡fue la primera a manos de italianos! Cuando terminamos, cruzamos la calle, y pasamos a Chinatown, es un contraste muy fuerte porque pasas de una zona llena de italianos a otra en la que te sientes en Shanghái. Había un montón de puestos llenos de comida y probamos algunos tipos de fruta que no había probado nunca, como la fruta del dragón que ¡está de rechupete!
Una de las excursiones más duras, pero que más me ha llenado, fue la visita al OWO. Estar allí en primera persona, recordar lo sucedido y ver desde arriba todo Nueva York en 360º es una experiencia única.
La primera vez que visitas Time Square es asombroso, nosotras tuvimos la suerte de poder hospedarnos en uno de los mejores hoteles de la zona, en pleno Times Square y mirarás por donde mirarás había focos, carteles que se iluminan de noche… Cada rincón tiene una historia. Luego paseas por Broadway, una calle llena de los mejores teatros y estás en los mismos lugares en los que han estado los mejores actores y te vienes arriba.
Al ser una ciudad grande, me imaginaba que Nueva York era más fría, pero la gente es súper simpática, todo el mundo se acerca a preguntarte, es súper atenta. Me vendría a vivir aquí unos añitos… ¿Alguien se apunta?
Corina Randazzo