Rojo Cangrejo, a punto de perder un diente en el río Pacuare

Publicado el 3 de enero de 2017

Aquella mañana de martes parecía que todo transcurriría sin imprevistos, dentro de la normalidad que ocupa un rodaje de televisión: los rutinarios madrugones, el hecho de salir con el croissant del desayuno en una mano y el café ardiendo en la otra, la (pesada) carga del material en la furgoneta… Cuando por fin crees dominar cualquier situación, entra en juego el “factor clima”.

Nuestra jefa de producción no está capacitada para frenar tormentas (que poco le ha faltado), y aquellos retortijones del cielo terminaron con una lluvia torrencial que nos recibió nada más aparcar frente al río Pacuare. Sin duda, fue una especie de vaticinio de lo que se nos venía encima.

Eso, sumado a la combinación de las chicas, Corina y Marta, y los deportes extremos fue un auténtico cóctel molotov. Aquel día tocaba practicar rafting en uno de los ríos con más rápidos del mundo, un recorrido de 29 kilómetros y tres horas de duración.

Haciendo caso omiso a las señales del destino, pedimos a los instructores de “Exploradores Outdoors” que nos preparasen la balsa, nos enfundamos el casco y los chalecos y nos adentramos sin posibilidad de vuelta atrás.

El equipo salió en dos embarcaciones. En una iban nuestras protagonistas acompañadas por los dos cámaras y en otra el resto del equipo, la directora, el técnico de sonido, la productora y la redactora Social Media. Y así, custodiados por paredes de selva tropical, nos lanzamos cámaras en mano a filmar la aventura acuática.

Como no podía ser de otra forma, Marta terminó haciendo de las suyas. Bien es cierto que los rápidos eran de nivel avanzado con una pendiente pronunciada y tramos en los que la fuerza del agua era bastante potente. El peso ligero de la blogger y una mala posición de pies le hicieron perder el control del “palo” (como lo llamaban ellas), es decir, del remo y golpearse a sí misma, ¡¡¡en toda la boca!!! El resto tuvo suerte de no llevarse otro porrazo de regalo. Aunque ahora que lo pienso… creo que uno de los cámaras sí que fue víctima del vaivén de sus brazos. Eso sí, ¡Corina consiguió esquivarlo! Y menos mal porque, ¿cómo hubiéramos explicado el siguiente total con un moratón en el ojo? Ya sabéis, Costa Rica es así: WILDLIFE.

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