Viajeras con B Islandia. El exclusivo viaje de Ana Milán.

Islandia ha sido otro de los destinos protagonistas de esta temporada de Viajeras con B. Una tierra de hielo y fuego en la que se pueden vivir aventuras tan fascinantes como las que ha podido experimentar junto a nosotros la actriz Ana Milán. Si estás pensando en viajar a Islandia, queremos proponerte siete imprescindibles para que disfrutes al máximo de la exclusividad de este destino.

Reikiavik: la bahía humeante

La capital de Islandia se encuentra ubicada muy cerca del círculo polar ártico, una situación que nos permite disfrutar de los geiseres o columnas de agua caliente y vapor de aire que emanan de su suelo. Una experiencia que se vuelve aún más hechizante con una visita a la bahía de Faxaflói para avistar a los grandes cetáceos del Atlántico y que ha sido una de las actividades que más ha emocionado a nuestra invitada Ana Milán. Este espectáculo extraordinario se puede disfrutar en todo su esplendor entre abril y octubre.

Sin embargo, la auténtica magia de Reikiavik es el juego de sus paisajes silvestres y su ambiente cosmopolita, un contraste rompedor y sorprendente que se adapta a todos los gustos. Un imprescindible es contemplar las vistas del perfecto entramado de hexágonos del Edificio Harpa, el centro de conciertos de la capital que resplandece sobre el puerto y permite al viajero respirar la energía de la ciudad.

Thingvellir: un cañón de emociones

Próximo a la capital está el parque nacional de Thingvellir, uno de los lugares históricos más importantes de Islandia. Durante siglos, el Parlamento islandés se reunía en la parte oeste del parque. Otro suceso más reciente es la proclamación de la independencia de la isla en 1944 junto a la roca de la ley.  Es innegable que cada una de sus fallas tectónicas, sus legendarias crestas, voluptuosos cañones y sus infiltradas cascadas rebosan historia.

El Valle de Thingvellir, con una extensión de 237 kilómetros cuadrados, es la prueba del origen de la isla, un enorme cordón de vida que alumbró de los océanos la tierra que hoy conocemos.  Las fallas más espectaculares son Almannagjá, al oeste de la planicie y Hrafnagjá, menos profunda que la anterior, pero más extensa.

El Gran Geysir

La zona geotermal de Geysir da nombre al curioso fenómeno geológico de los geisers porque se considera que allí se encontraba el gran gigante de agua. Con unos 60 metros de altura y un diámetro de 20 metros, el Geysir es una de las grandes atracciones de la naturaleza. Aunque con menos intensidad que antaño, en la actualidad sus vapores siguen emanando del suelo para asombro de los visitantes.

La cascada dorada de Gullfoss

Una escalera de agua impresionante parece divisarse en el amplio cauce del río Hvítá. Se trata de Gullfoss, un enorme salto de agua creado por la ruptura de las placas y su desplazamiento.  Sus formas curvadas y escalonadas ofrecen un efecto óptico único en el que da la impresión de ver a la tierra engullir parte del agua.

Parque nacional Skaftafell: fiordos, cascadas y glaciares

En el sur de Islandia nos encontramos con el parque nacional Skaftafell, denominación que hace referencia al mayor glaciar de Islandia y el segundo de Europa con una extensión de 8.000 kilómetros cuadrados. Un paraíso natural rodeado también de caudalosas cascadas, extensos fiordos y ríos. Todo ello teñido de un vivo y penetrante color azul.

Una visita al parque Skaftafell requiere estudiar cada uno de sus rincones, pero si tuviéramos que quedarnos con dos de sus monumentos naturales sería con sus cuevas de hielo y con el glaciar Vanajökull. Un enorme bloque de hielo que, debido a sus movimientos a lo largo del tiempo, se ha ido deformando y sus grietas han dado paso a una extensa y preciosa cueva glaciar en su interior.

El museo de la cultura islandesa

El museo Skógá, situado en la costa sur de Islandia, nos permite conocer cómo vivían los islandeses antiguamente y a qué actividades se dedicaban. Se divide en tres partes: el museo técnico, el folclórico y una parte al aire libre. Esta última nos muestra un escenario real con las típicas casas islandesas a lo largo del tiempo.

El museo Skógá se encuentra cerca de la famosa cascada de Skógafoss. Por lo tanto, te recomendamos aprovechar tu recorrido para disfrutar de sus increíbles vistas.

El balneario al aire libre de Blue Lagoon

En el suroeste de Islandia se encuentra Blue Lagoon, un balneario al aire libre tallado en las rocas de un campo de lava, perfectas aguas termales en las que sumergirse a 39 grados y relajarse. Sus grandes efectos positivos y reconfortantes bautizan a la laguna como una parada obligatoria para todo el que visite la isla. Nuestras Viajeras con B lo han podido disfrutar de primera mano, atreviéndose a bañarse y sentir el contraste de las cálidas aguas de la laguna con las gélidas temperaturas. Toda una experiencia.

Islandia guarda además grandes desafíos para los más atrevidos. Por ejemplo, cruzar buceando una cueva de hielo como hemos propuesto a nuestras Viajeras con B . Las maravillosas cascadas que nos esperan al terminar este bravo recorrido hacen que merezca la pena el esfuerzo.  También es un sitio ideal para realizar diversas actividades como el senderismo, trekking, rutas en bicicleta de montañas, paseos a caballo, esquí, rafting en las aguas bravas de Hvítá o espeleología en las cuevas de Hallmundarhraun.

Por otra parte, si no te quieres perder las auroras boreales debes tener en cuenta en qué latitud debes estar situado. Por ejemplo, en latitudes más bajas aumentan las posibilidades de contemplarlas en meses estivales como junio o julio, aunque es más sencillo durante su temporada oficial, entre finales del mes de agosto y mediados de abril.

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