Sin lugar a dudas, Venecia es una de las ciudades más curiosas y originales del mundo. Sus canales, góndolas y vaporettos, sus monumentos y palazzos, su famoso Carnaval y sus obras de arte, la convierten también en una de las más fotogénicas e instagrameables del planeta. A pesar del turismo voraz que la domina, Venecia ofrece una mezcla de misterio y fascinación que sigue cautivando a todos por igual.
Es una de esas ciudades que hay que visitar al menos una vez en la vida. La antigua ciudad-estado que llegó a dominar por completo el Adriático, Istria y Dalmacia, es hoy en día una de las ciudades más visitadas del mundo. Acompáñanos para descubrir todo lo que puedes hacer durante 48 horas en Venecia.
Viernes
Piazza San Marcos
Sin importar como viajes a Venecia, debes mentalizarte que para moverte por la ciudad existen sólo dos opciones: moverte a pie o bien por alguno de los curiosos medios de transporte: vaporettos, góndolas y taxis acuáticos.
Uno de los muelles principales de Venecia es justamente en el corazón y punto más importante: la Piazza San Marcos, punto ideal para comenzar a explorar Venecia. Se trata de la única plaza de Venecia como tal, ya que el resto de plazas se les llama “campielli”, espacios abiertos rodeados de casas.
La Piazza San Marcos congrega una parte importante de los monumentos más relevantes de Venecia, como el Palacio Ducal, la Basílica de San Marcos y el Campanile. Es también uno de los primeros sitios en inundarse durante el fenómeno del “acqua alta”, cuando partes de la ciudad quedan bajo agua, especialmente durante el otoño e invierno.
La Piazza San Marcos es el sitio donde todo ocurre en Venecia. Desde el siglo XII mantiene la misma configuración y es el corazón y escenario de todos los acontecimientos de la ciudad, desde el famoso Carnaval hasta sus legendarios y carísimos cafés como El Florian y el Lavena, que se remontan al siglo XVIII.
Edificios como la Torre del Reloj, el Ala Napoleónica, la Procuraduría Nueva y el Museo Correr, también están en las inmediaciones de la plaza. El Gran Canal, se abre majestuoso a vistas increíbles de los alrededores.
Palacio Ducal
Esta obra maestra del gótico veneciano, fue la antigua residencia de los Dux (hasta 1797), fue sede del gobierno y la corte de justicia de la República de Venecia. Su construcción se dio entre los siglos X y XI y se reestructuró a su estado actual a mediados del siglo XIV.
El Palacio de las Prisiones Nuevas se agregó más adelante en el siglo XVII. El Puente de los Suspiros, uno de los puentes más conocidos, justamente enlaza con la prisión. Se dice que su nombre proviene por los suspiros de los presos cuando alcanzaban a ver la silueta de la laguna de Venecia desde sus celdas.
La Basílica de San Marcos
La principal iglesia de Venecia es un magnífico ejemplo de arquitectura bizantina, con planta de cruz griega, un monumento imprescindible en Venecia. El nivel de maestría artística y arquitectónica de la Basílica de San Marcos no tiene comparación. Sus puertas románicas, mosaicos, relieves y cúpulas de bronce, forman un conjunto sencillamente impresionante.
El interior, altamente recargado al mejor estilo bizantino, presenta obras de artistas de la talla de Tintoretto y Veronés.
Puente de Rialto
De todos los puentes que cruzan el Gran Canal, el de Rialto tiene la distinción de ser el más antiguo. El diseño de Antonio da Ponte para un puente definitivo que uniera el sestiere de San Polo con San Marco, se impuso sobre el de otros artistas consagrados como Miguel Ángel o Palladio. Se construyó entre 1588 y 1591.
A poca distancia se halla el Mercado de Rialto, un microcosmos donde se respira el verdadero bullicio de Venecia y un sitio ideal para degustar y comprar productos frescos.
Sábado
Isla de Murano
Murano es un nombre que no necesita mayores presentaciones. La antigua tradición de fabricación artesanal del vidrio, surgida en esta isla cercana a Venecia, es muy conocida mundialmente. La excursión a la segunda isla en tamaño en la laguna de Venecia es muy recomendable.
Si bien la fabricación del cristal de Murano comenzó a declinar a partir del siglo XIX, viviendo su gran apogeo entre los siglos XV y XVI, hoy en día se ha recuperado gracias al turismo. Muchos tours incluyen el transporte a la isla y la visita a una fábrica de cristal, una de las experiencias más auténticas que puedes vivir en Venecia.
Para los aficionados a este arte, el Museo del Vidrio en Murano, alberga una colección de más de 4.000 obras de arte en este material, de lejos la más grande del mundo. Se puede contratar una excursión a Murano, con visita incluida a las islas de Torcello y Burano.
Isla de Torcello
La excursión a Torcello, el primer asentamiento veneciano entre los siglos V y VI, es perfecta para escapar del ajetreo de Venecia. Aunque actualmente cuenta con muy pocos habitantes, en su momento de esplendor fue la isla más poblada de la Laguna Véneta, esplendor que se evidencia en la figura de Santa Maria Assunta, la catedral más antigua de Venecia.
Isla de Burano
Burano cuenta con una apariencia muy distinta a otros lugares de la laguna Véneta. Se caracteriza por sus coloridas fachadas, canales con mucho aire marinero y pescador y mucha paz y tranquilidad. Aquí se lleva a cabo la producción de encaje artesanal típico de Venecia.
Considerados entre los mejores de Europa, el encaje fabricado en Burano otorgó mucha fama a esta isla y atrajo una gran prosperidad. Si te interesa conocer más de este arte, no dejes de visitar el Museo del Encaje, aunque también podrás adquirir piezas en muchas de las tiendas de la pintoresca isla.
Paseo en góndola
De vuelta a Venecia, no hay mejor manera de continuar el día reservando un paseo en góndola, una experiencia que sólo puede vivirse en Venecia. El precio no es barato, pero a más personas puede salir más económico y siempre se puede negociar un poco el precio. Al lado del Puente de Rialto o en la propia Plaza San Marcos puede ser un buen lugar para subir a una.
Hasta hace poco más de un siglo, las góndolas eran el transporte por excelencia en Venecia, sin embargo, su uso se fue reduciendo gradualmente en favor a los vaporetti, embarcaciones a motor que vienen siendo como una especie de bus acuático. Las góndolas en la actualidad están destinadas casi en su totalidad al turismo.
Con paseos que duran entre 30 minutos y una hora, es la mejor opción para ver las románticas fachadas de los extraordinarios palacios de Venecia, como Ca’ Pesaro, Ca’ D’Oro y el Palacio Grassi.
Domingo
Galería de la Academia
Junto al Gran Canal, se halla uno de los museos más famosos de la ciudad. La Galería de la Academia, que toma su nombre del cercano puente homónimo, surge hacia el año 1750, cuando la República de Venecia crea una escuela de pintores y escultores, nutriéndose de las primeras piezas allí producidas y más tarde, por colecciones privadas de nobles venecianos.
En la visita, podrás deleitarte con obras de Tiziano, Tintoretto, Veronese y Leonardo Da Vinci.
Santa María della Salute
Un lugar que no se puede dejar de lado es la iglesia de Santa Maria della Salute, construida en tributo a la terrible epidemia de peste que azotó Venecia en 1630. El gigantesco edificio de estilo barroco, remata con una impresionante cúpula, visible incluso desde el lado opuesto del Gran Canal.
Su arquitecto, Baldassare Longhena, construyó una épica iglesia de forma octogonal, rodeada por seis capillas y una gran riqueza ornamental. Alberga obras de Tiziano y Tintoretto.
Playas de Lido
Si visitas Venecia en verano, no hay mejor manera de despedirse de la ciudad de los canales, visitando la Isla de Lido y probando las aguas del Adriático. Con más de 12 kilómetros de playas continuas, Lido fue en su momento un refugio para las clases pudientes y hoy en día es un gran destino de veraneo.
Si bien su Casino y su archiconocido Festival de Cine ya no desprenden el mismo glamour de otros tiempos, la isla de Lido sigue evocando un aire chic, el toque perfecto para decirle “hasta luego” a esta sorprendente ciudad.