Proseguimos nuestra ruta por Escocia en Familia. Mi nombre es Alejandro Miranda y soy Instagramer. Cuando viajo es inevitable crear recuerdos que me acompañarán para siempre, historias que contar o vivencias que guardar. Construir un pasado que vale la pena no olvidar. ¡Continuamos descifrando los misterios de Escocia!
La isla de Skye es nuestro siguiente destino. Después de reponer fuerzas en Kyle of Lochalsh, cruzamos el puente y nos disponemos a descubrir esta bonita isla. Muchos afirman que es una Escocia en miniatura. Aquí las carreteras se estrechan y aparecen los Passing Place, unos pequeños ensanches de la calzada donde poder cruzarse con otros vehículos o animales.
Nuestra primera parada es la cascada de Luib, aunque no es muy conocida, la belleza y la tranquilidad del lugar es asombrosa. La ciudad más grande y concurrida de la isla de Skye es Portree. Sus casas de colores junto a la playa la han convertido en una visita obligatoria.
A poca distancia se encuentra el mirador de Kilt Rock, donde una cascada se precipita desde casi 200 metros sobre el mar. ¡Todo un espectáculo!
La isla no deja de sorprendernos y llegamos al valle de Quiraing. De nuevo la tranquilidad del lugar y la escasez de visitantes nos dejan disfrutar del momento.
Las ruinas del castillo de Duntulum no estaban en nuestros planes, pero al verlas desde la carretera no pudimos evitar parar y acercarnos a descubrirlas. Todo lo contrario ocurre en el castillo de Dunvegan, aquí todo está en perfecto estado de conservación y es que ha sido la residencia del clan McLeod desde hace siglos.
Nuestra siguiente parada está algo alejada. El faro de Neist Point es el más famoso de Escocia. Para llegar hasta él hay que descender por un acantilado y andar un poco, pero el esfuerzo merece la pena.
Ponemos rumbo hacia Bracadale. El pueblo tiene apenas cinco casas pero las vistas del lago Beag son de postal.
Nuestra última parada en la isla de Sky son las Fairy Pools. El valle, donde se encuentran estas cascadas, tiene un ambiente realmente mágico. Les recomiendo visitarlas a última hora de la tarde, cuando el sol empieza a esconderse para disfrutarlas en todo su esplendor.
Decimos adiós a esta maravillosa isla de cuento y nos dirigimos al Lago Ness. Ya sea realidad o ficción, la existencia de un monstruo en las profundidades de sus aguas, teníamos muchas ganas de visitarlo. Fort Augustus se encuentra en el extremo sudoeste del lago y es un buen punto de partida. Comenzamos a bordear la orilla hasta el castillo de Urquhart. Con su posición dominante sobre el lago resulta imposible no enamorarse de él.
Seguimos bordeando el lago y hasta la capital de las Highlands. Inverness es una ciudad moderna llena de tiendas y restaurantes. Su castillo y su catedral nos recuerdan su pasado.
Muy cerca se encuentra el campo de batalla de Culloden. Aquí ocurrió la última batalla librada en suelo británico. A día de hoy continúa siendo una marisma desoladora y es que en este lugar, se puso fin a los diferentes clanes de las Highlands. El castillo de Cawdor está a pocos kilómetros. Está muy bien conservado y parece que el tiempo se detuvo hace siglos.
Para llegar a nuestro siguiente destino hay que madrugar un poco. Muy cerquita de Aviemore en el Parque Nacional de los Cairngorms hay una reserva de renos, donde cada mañana se puede disfrutar de un fantástico paseo con ellos. Toda una experiencia.
Los paisajes que nos regala el Parque Nacional mientras llegamos al Lago Eilein son maravillosos. Aquí se puede sentir la naturaleza y bañarse en sus aguas cristalinas, algo que no dudamos en hacer. Dispuestos a seguir nuestra ruta hacia el castillo de Broughty, situado a orillas del río Tay. A diferencia de otros castillos, éste es menos conocido pero no por eso, deja de ser espectacular.
Los pueblos costeros de Escocia son muy bonitos y cada uno tiene sus encantos. Saint Andrews es un claro ejemplo de ello. Cuando llegamos las ruinas de la catedral estaban cubiertas de niebla y su belleza se multiplicó. Queda muy poco del edificio original, pero lo suficiente para hacerse una idea del enorme tamaño que tenía. El castillo también esta en ruinas después de ser bombardeado por una flota francesa.
Crail es totalmente diferente. Su pequeña bahía lo convierte en un pueblito de pescadores idílico y sus estrechas calles esconden unas casas encantadoras.
Y llegamos a nuestra última parada de este increíble viaje. La ciudad de Falkland se ha hecho famosa gracias a la serie Outlander y es que tiene mucho que ofrecer. Destacan la iglesia, el palacio y la fuente Bruce, punto de encuentro de vecinos que se reúnen en los pubs de High Street.
Esperemos que hayas disfrutado de nuestra mágica y misteriosa ruta por Escocia.
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