Aprovecha y haz una escapada inolvidable a la eterna ciudad de Roma. La capital italiana que te enamorará con cada uno de sus rincones e impresionantes monumentos repletos de historia. Con tan solo 4 días y 3 noches, te dará tiempo a recorrer las calles de Roma y visitar sus lugares más icónicos, desde sus famosas piazzas, sus restaurantes de comida tradicional, hasta sus atardeceres que pintan las fachadas de los edificios arquitectónicos más importantes de la ciudad. ¿Te vienes?
Día 1
¡Arranca la escapada! Después de un vuelo tranquilo y algún aperitivo, visita la famosa Piazza di Spagna y sube los 135 peldaños de la escalinata que da a la Iglesia de Trinità dei Monti donde hacer algunas fotos y disfruta de tu primer gelato. A 12 minutos caminando se encuentran las puertas de Villa Borghese, uno de los parques urbanos más grandes de Europa por el que podrás pasear tranquilamente rodeado de naturaleza a la vez que admiras monumentos artísticos de diferentes épocas. Para aprovechar al máximo la luz del sol, termina la ruta viendo atardecer en la Piazza Popolo y finaliza el día en algún restaurante de la zona o volviendo al hotel a descansar y coger fuerzas para lo que queda de viaje.
Día 2
Para este segundo día tenemos un no parar de actividades, por esa razón amanecer pronto es una buena opción. Empezaremos por los famosos Museos Vaticanos: pasea toda la mañana y visita algunas de las obras de arte más importantes, le dediques 2 o mil horas, no te puedes perder la pintura de “La escuela de Atenas” donde aparecen Aristóteles y Platón y desde luego debes pararte a admirar la famosa Capilla Sixtina con sus innumerables personajes y representaciones. Muy cerca, se encuentra la Piazza de San Pietro junto a la gigantesca basílica que, sin lugar a dudas, es uno de los mayores tesoros de esta ciudad. Si dispones de tiempo sube a la cúpula desde donde admirarás el estado del Vaticano y Roma desde lo alto.
Para parar a comer en la zona, deléitate en el restaurante “La Soffiata Renovatio”, ya sea en la terraza con vistas a la Piazza del Risorgimiento o en su interior encantador, al igual que su dueño y los trabajadores. En cuanto al postre, tan solo cruzando la piazza, se encuentra la gelateria Old Bridge donde te servirán un delicioso gelato con una sonrisa de oreja a oreja.
Por la tarde, pasea hasta el Castillo de Sant’Angelo y desde allí, bordea el río hasta llegar al barrio inundado de vida, Trastevere. Pasear por los callejones empedrados e ir de bares por este famoso barrio es un plan acertado al 100% cualquier tarde de fin de semana. Para terminar el día, no puedes perderte la auténtica pasta carbonara en “Trattoria da Enzo 29”.
Día 3
Empieza el día con calma, concédete un buen desayuno y callejea por los rincones de Roma dirección Piazza Venezia. Al llegar allí admira el majestuoso monumento conocido como el Altare della Patria: te sorprenderá lo grande y alto que es. Desde allí verás al final de Via dei Fori Imperiali el icónico Coliseo. Pero primero, pasea por el Foro Romano y la Piazza del Campidoglio, que se encuentra justo detrás del templo conmemorativo, y adéntrate en los restos de las instituciones más históricas. Ahora sí, llega hasta el Coliseo y hazte esa foto tan deseada de tu estancia en Roma, pasea por sus alrededores, tómate algo o incluso come y visítalo por dentro.
Caminando 20 minutos más, dirígete al Jardín de los Naranjos, un lugar precioso rodeado de árboles desde donde verás un encantador atardecer. Y si lo tuyo es aprovechar también las noches, esta es la velada perfecta para escaparte a bailar un rato en lugares como Notorious, Art Caffè o Disco Planet.
Día 4
Empieza este último día a lo grande y dirígete a la Fontana di Trevi, allí la tradición dice que deberás tirar una moneda al agua si quieres volver a la ciudad de Roma; si tiras dos, encontrarás al amor de tu vida, y si lanzas tres, te casarás con ese amor. Siguiendo el recorrido, pasea hasta la casa del Caffè Tazza d’Oro, en esa pequeña cafetería te tomarás el mejor café de Italia y podrás desayunar unos riquísimos croissants. Justo al lado se encuentra el Panteón en Piazza della Rotonda, entra y da una vuelta por su interior, merece la pena. Dirígete hacia la famosa Piazza Navona, la plaza barroca por excelencia, donde se halla a 5 metros bajo tierra el estadio de Domiciano considerado Patrimonio de la Humanidad.
A medio día, puedes comer en la pizzería da Baffeto: prueba la pizza margarita, la masa típica romana y el sabor de sus pizzas te hará querer volver. Para bajar la comida, da un paseo hasta llegar al mercadillo Campo di Fiori dónde comprar productos típicos de la ciudad y algunos recuerdos para llevar a casa. Haz unas fotos de recuerdo a los encantadores conjuntos de flores y las largas filas de tenderetes de la plaza, finalizando así, una escapada inolvidable.
A lo largo del día, entre visita y visita, anda. En Roma cada calle y cada esquina destacan por su encanto. Aún así, si caminar no es lo tuyo siempre podrás desplazarte en bicicleta, patinetes eléctricos o los taxis que se encuentran disponibles por toda la ciudad.