La época de la floración del cerezo es una de las más esperadas del año en Japón. Aproximadamente entre finales de marzo y comienzos de abril, tiene lugar el “hamani”. Así se denomina a la celebración en la que la gente acude en masa e los parques y espacios naturales para hacer un picnic y dar la bienvenida a la primavera a la sombra de los cerezos.
Más que una simple tradición, el “hamani” es de gran importancia en la cultura japonesa, ya que es una forma de venerar la fragilidad de la naturaleza e invita a reflexionar sobre el significado de la vida.
Tal es la importancia del hamani, que desde el mes de enero, las predicciones de la Asociación de Flores de Cerezo de Japón y los partes meteorológicos, van informando sobre dónde y cuándo se dará la primera floración del año.
Por esta y muchas otras razones, Japón es un destino ideal para visitar en primavera. A continuación conocerás los 10 mejores lugares de Japón para ver el cerezo en flor. Algunos son muy turísticos y otros son más desconocidos, pero todos son espectaculares. ¿Comenzamos?
Parque Arakurayama, Fujiyoshida
La imponente figura del Monte Fuji y la Pagoda Chureito, en el Parque Arakurayam son una de las imágenes más emblemáticas de Japón. Aproximadamente, cada año más de 50.000 personas se acercan a este parque en la ciudad de Fujiyoshida para ver el florecimiento del cerezo.
Una de las imágenes más características de la primavera en Japón es este templo en primer plano y un prado interminable cubierto de cerezos en flor.
Parque de Ueno, Tokio
Uno de los lugares más tradicionales para celebrar el hanami en Tokio es en el Parque Ueno, ubicado al noreste de la ciudad. El ambiente en el parque a finales de marzo y comienzos de abril es abrumador.
Infinidad de personas acuden a ver la floración de los más de 1.000 cerezos plantados en el parque y ¿por qué no? para ver atractivos como el Estanque Shinobazu, el Templo Benten-do y el Gran Buda de Ueno. Imprescindible.
Castillo de Inuyama, Aichi
El Castillo de Inuyama, situado a unos 150 Km al noreste de Tokio, es uno de los 12 castillos medievales que aún perduran en Japón. Popular por sus festivales de fertilidad, es también un fantástico lugar para combinar una importante visita histórica con la floración de los cerezos.
Situado sobre una colina junto al río Kiso, el bien preservado castillo está rodeado de cientos de árboles de cerezo que se convierten en un mar blanco-rosa con la llegada de la primavera.
Parque de Shinjuku, Tokio
Dentro de la jungla urbana que es Tokio, encontramos un oasis de paz y tranquilidad. Así se puede describir al Parque de Shinjuku, antigua propiedad de la familia imperial, convertida en parque público en 1949.
El precioso parque es hogar para más de 1.500 árboles de cerezos que florecen con la llegada de la primavera. El mejor sitio para verlo es en el Jardín Inglés, una gran explanada diseñada a modo de los jardines ingleses.
Castillo de Kumamoto, Kyūshū
Ubicado en la meridional isla de Kyūshū, el entorno de esta antigua fortificación de 4 siglos de antigüedad es uno de los mejores lugares en Japón para ver el cerezo en flor.
Gracias a su ubicación al sur de Japón, aquí el cerezo florece un poco antes que en Tokio o en Kioto, por lo que es una buena oportunidad de ver el hanani antes de la fecha tradicional. Ten en cuenta que actualmente el castillo se encuentra en proceso de reconstrucción por los daños sufridos en el terremoto de 2016.
Río Meguro, Tokio
De los muchos lugares que hay en Tokio para ver el cerezo en flor, el río Meguro es uno de los más bonitos. A lo largo del cauce que atraviesa por el barrio del mismo nombre, hay cientos de cerezos plantados, que se convierten en una explosión de blanco y rosa con la llegada de la primavera.
Puedes ver este espectáculo desde cualquiera de sus muchos puentes, especialmente de noche, cuando se iluminan los cerezos con luz artificial.
Templo Daigoji, Kyoto
Este templo sintoísta es una de las construcciones más antiguas de Kioto. En el paseo hacia este lugar sagrado, ubicado al sur de la ciudad, hay centenares de cerezos plantados que, con la llegada de la primavera llenan de color blanco el recinto de esta joya escondida de Kioto.
Paseo del Filósofo, Kyoto
El Paseo del Filósofo es uno de los lugares más emblemáticos de Kyoto. Es también un lugar de visita obligada si quieres ver el espectáculo de la floración del cerezo. El paseo recibe este nombre gracias al filósofo y profesor, Kitarō Nishida, que solía recorrerlo para encontrar paz e inspiración para la meditación.
Consta de un tramo de unos 2 kilómetros que transcurren a lo largo del canal Shishigatani, entre los templos de Ginkakuji y Nazenji.
El Castillo de Himeji
Esta impresionante fortaleza es un Tesoro Nacional de Japón y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es el castillo más visitado en el país y se encuentra entre Osaka y Hiroshima, lo cual facilita su visita si piensas viajar entre estas dos ciudades.
Los jardines del castillo se cubren de blanco y rosa a finales de marzo, una preciosa estampa que contrasta con su blanca estructura, restaurada entre 2009 y 2014. El primer domingo de abril tiene lugar el Festival Kanokai, en honor al hamani.
Jardines Kenrokuen, Kanazawa
Estos jardines, considerados entre los tres más bonitos de Japón, son una visita imprescindible en la ciudad de Kanazawa, ubicada a unos 230 Km al norte de Nagoya. Abiertos al público desde 1871, antiguamente pertenecían al Castillo de Kanazawa.
El nombre Kenrokuen se traduce como “el jardín de las seis cosas sublimes”, que viene siendo un decálogo para el diseño del jardín perfecto: aislamiento, espacio, artificialidad, vistas, antigüedad y agua en abundancia. Como ya imaginarás, es un lugar espectacular para disfrutar de la floración del cerezo.