Hay muchas formas de disfrutar del esquí. Os presentamos ocho pistas europeas en las que este deporte es el rey:
1. Val Thorens
Situada en los Alpes, esta estación es la que se encuentra a mayor altitud de Europa (2.300 metros) y es considerada una de las mejores de Francia. Cuenta con 89 pistas con opciones para todos los gustos, desde principiantes a profesionales. Sus pistas son, en su mayoría, bastante anchas, bien planchadas, bien balizadas y con todo perfectamente señalizado. Para los amantes del freeride (o esquí fuera de pista) hay numerosos kilómetros esquiables en todos los sectores; eso sí, siempre tomando las precauciones necesarias.
2. Tignes
Esta estación alpina cuenta con numerosas modalidades de pistas freeride (dispone de 3.200 hectáreas de esquí fuera de pista) y profesores para iniciarse en ellas. También destaca por la belleza de sus alrededores; el glaciar Grande Motte, a 3.456 metros es uno de los principales símbolos de la estación de esquí de Tignes y se puede llegar a la cumbre a través del funicular
3. Andorra
Más de 300 kilómetros de pistas para todos los gustos. Las zonas principales de esquí en Andorra son Grandvalira -la estación más grande de los Pirineos con casi 200 kilómetros esquiables- y Valnord-Pal Arinsal -Con 63 kilómetros divididos en dos sectores conectados por un teleférico. El sector de Pal Arinsal destaca por encontrase en una zona llena de bosques de abetos-. Además encontramos Naturlandia, una propuesta diferente con 15 kilómetros de pistas integradas en un ecoparque de aventura. Todas estas estaciones son adecuadas para iniciarse en el esquí, puesto que cuentan con escuelas y monitores.
4. Formigal
Aramón-Formigal es una estación pirenáica localizada en Huesca que alcanza una altitud de 2.250 metros y dispone de 137 kilómetros esquiables (90 pistas). Su sector Tres Hombres, imprescindible para cualquier esquiador experimentado, constituye la pista con más longitud de esta estación con más de 3,3 kilómetros y un desnivel de casi 700 metros.
5. Baqueira Beret
Esta estación de esquí de la Val d’Aran, en el Pirineo catalán, cuenta con más 167 kilómetros esquiables con un desnivel de 1.110 metros. Los amantes del fuera de pista cuentan con un espacio legendario: Escornacrabes. Para aquellos que se quieren iniciar en el mundo del esquí también es bastante recomendable, ya que dispone de pistas anchas y con una pendiente no demasiado marcada.
6. Cerler
Pese a que algunas de sus pistas son consideradas difíciles para novatos debido a su desnivel, hay bastantes pistas adaptadas como El Bosque encantado o Robellons. Además de por una amplia oferta de deportes de invierno, esta estación aragonesa se caracteriza por contar con una excitante vida après-ski.
7. Sierra Nevada
La estación andaluza tiene más de 110 kilómetros esquiables distribuidos en 131 pistas con un desnivel de 1.200 metros. En la Loma de Dílar encontramos el Superparque Sulayr, un espacio de ensueño para snowboarders. Cabe destacar también la amplia oferta de ocio que podemos encontrar. Merece la pena visitar la laguna de las Yeguas desde cuya vertiente sur podremos contemplar el Mediterráneo.
8. Candanchú
Si hubiera que recomendar alguna estación para familias, sin duda sería Candanchú. En esta estación del Pirineo Aragonés podemos encontrar 65 kilómetros esquiables que acogen pistas para todos los niveles. La pista grande de esta estación oscense en un lugar perfecto para que los niños se inicien en este deporte.