Viajeras con B Fuerteventura. Un viaje sostenible con Marta Torné.

La isla de Fuerteventura, en el archipiélago canario, se ha convertido en otro de nuestros destinos de Viajeras con B. Pero no solo para visitar sus magníficas playas color esmeralda, declaradas junto al resto del entorno natural de la isla como Reserva de la Biosfera por la Unesco. También para mostrar las otras muchas maravillas que nos ofrece: deportes acuáticos, jornadas de astronomía, entornos festivos, acercamientos a su hábitat natural… Una apuesta de ocio diferente que va a convertir nuestra visita en algo más que sol y costa.

Buceando por Lobos

Al noroeste de Fuerteventura, a unos 2 kilómetros de su costa, se encuentra el islote de Lobos, un espacio protegido con 6 kilómetros cuadrados de superficie y 13,7 kilómetros de litoral. Alberga más de 130 especies vegetales y animales, especialmente aves, y destaca por la gran riqueza ecológica de su fondo submarino, lo que confiere a sus aguas un profundo color turquesa.

Allí, un baño puede convertirse en una experiencia para recordar si llevamos con nosotros el equipo de snorkel. Junto a nosotros bailarán los gallos, las fulas, las salemas, los sargos… todo un grupo de fauna marina que nos deslumbrará con el brillo de sus escamas. Nuestras viajeras no dudaron en enfundarse el neopreno para no perderse este espectáculo.

Por otra parte, los amantes del surf tienen en Lobos la ola más larga de las Canarias, apta para todos los niveles. Suele formarse en la costa suroeste del islote, y tiene una longitud, diversidad y calidad fuera de lo habitual. Además, si se accede a esta zona a pie desde el puerto, rodeando el volcán de la montaña de la Caldera, convertiremos un día de surf en una expedición completa.

La fiesta de las cometas

La localidad más cercana a Lobos es El Corralejo, que todos los meses de noviembre desde 1987 celebra el Festival Internacional de Cometas. El cielo del parque natural Dunas de Corralejo se llena de colores gracias a las más de 400 creaciones que surcan sus cielos. Controladas por expertos cometistas de diversos países de todo el mundo, en ocasiones, sorprenden por su gran envergadura. Evidentemente no podíamos perdernos este espectáculo y nuestras viajeras disfrutaron corriendo por las dunas mientras observaban el cielo.

Aunque imposible, sería ideal montar en ellas y llegar volando hasta el extremo sur de la isla para extasiarnos con las espectaculares vistas del Faro de Jandia, que lleva funcionando desde 1864. En su interior, alberga una exposición sobre los fondos marinos de la zona y los cetáceos que en ellos habitan.

Y a pocos kilómetros de allí, podemos finalizar la jornada relajándonos en la playa del Cofete, una de las más espectaculares de la isla con más de 12 kilómetros de longitud, junto al macizo montañoso de Jandía, que tiene las mayores alturas de Fuerteventura.

Una visita a las tortugas

Muy cerca de la playa del Cofete, en el puerto de Morro Jable, se encuentra el Centro de Recuperación y Conservación de Tortugas Marinas. Tiene una extensión de más de 800 metros cuadrados, en los que se está tratando de devolver a las costas canarias una especie prácticamente desaparecida: la tortuga boba.

En 2006 este centro cuidó 4.000 huevos llegados de Cabo Verde, de los que se obtuvieron 2.300 crías que nacieron en la arena de esta isla afortunada. Sus responsables están observando cómo estos ejemplares vuelven para reproducirse y poner su nido en el mismo sitio donde nacieron temporada tras temporada.

Por otra parte, el centro cuenta con un espacio para recuperar a aquellas tortugas que se han encontrado heridas o enfermas en las playas de la isla, normalmente perjudicadas por la acción humana. Heridas provocadas por anzuelos o por embarcaciones, intoxicaciones por ingesta de nylon o plásticos… son algunos de los motivos que llevan a muchos ejemplares al espacio de recuperación. Un logar que logrará concienciar al visitante de ser más respetuoso con el medio ambiente y que ha impresionado realmemte a Marta Torné.

Viendo las estrellas desde Tefia

Y si el mar en Fuerteventura es todo un espectáculo, no lo es menos el cielo. En el centro de la isla está el Observatorio astronómico de Tefia, el mejor sitio para observar las estrellas. Desde su cúpula de observación, y a través de un telescopio aportado por la Agrupación Astronómica de Fuerteventura, es posible conocer muchos de los secretos que se esconden en el Universo. Dependiendo de la época del año podremos ver en todo su esplendor estrellas como Sirio o el Can Mayor, y constelaciones como la de Orion.

Además, a pocos kilómetros de allí se encuentra el pueblo de Betancuria, la antigua capital de Fuerteventura y una de las primeras ciudades que se fundaron en las islas Canarias allá por 1404. Una tierra localizada en un valle interior, rodeado de montañas y de gran riqueza vegetal y cultural, por la que han pasado normandos, berberiscos y cristianos.

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