–Viajar es también conocer la historia del lugar que visitas. Y, estas no siempre son buenas. ─el padre presentaba un semblante más serio que el habitual─ ¿Sabéis lo que es el racismo?
Lucas y Bea lo habían estudiado justo unas semanas antes en el colegio y asintieron. Fue ella quien se atrevió a contestar.
-Es que hay personas que odian a otras por su raza o por su color de piel, ¿verdad?
-Así es.
El padre se aclaró la garganta y comenzó su relato. Los pequeños estaban expectantes: la cosa no solía ponerse tan seria.
-Durante muchos años, Sudáfrica fue racista. Por ley, quiero decir: en su constitución se decía que blancos y negros no eran iguales y que estos últimos no tenían derecho a, por ejemplo, votar en las elecciones o poseer negocios. Y la única razón era su color de piel.
“Este sistema ─que se llamó Apartheid, os podéis imaginar por qué─ hacía que hubiera playas para blancos y para negros y que cada “raza” solo pudiera vivir en ciertos barrios de las ciudades. Por supuesto, los blancos ─los cuales dominaban, a pesar de ser solo el 10% de la población─ se quedaron con las mejores zonas, mientras que los negros fueron expulsados de sus casas y trasladados a barrios que, muchas veces, no tenían ni agua ni electricidad.”
-¡Eso es imposible! ─interrumpió Lucas.
-Ojalá lo fuera, hijo… pero fue muy posible. Duró muchísimos años y no fue hasta 1991 cuando el sistema cayó gracias a la lucha de personas como Nelson Mandela, su primer presidente negro.
“Pero como iba diciendo, las cosas eran muy injustas. Y mientras viajé por Sudáfrica pude ver que esas diferencias todavía existían. La pobreza es más visible en la población negra, y muchos de ellos siguen viviendo en barrios marginales donde no siempre llegan el agua y la electricidad.”
“En las grandes ciudades hay diversos museos que recuerdan aquella época y buscan honrar a las víctimas, buscando que no vuelva a pasar. Ver los testimonios de personas que vivieron el Apartheid, fotos de aquellos años o carteles de “Only White People” en un banco o la entrada de un edificio era demoledor”
“Por eso, al viajar, es importante conocer la historia y el pasado del país. Porque Sudáfrica (y África, en general) es mucho más que solo safaris.”